Tareas/deberes escolares (en secundaria)

Impacto moderado, Muy bajo costo, Evidencia limitada

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Tareas/deberes escolares (en secundaria)

Los deberes escolares son tareas que los profesores envían a los estudiantes para que estos las completen fuera del horario lectivo. Por lo general, estas actividades consisten en completar tareas dadas en las clases, preparar trabajos que se realizarán en clases siguientes, o en practicar tareas regulares y revisión para las pruebas y exámenes. La definición también incluye actividades como "grupos de estudio fuera de la escuela" donde los estudiantes tiene la posibilidad de terminar sus tareas fuera del horario lectivo y actividades de aprendizaje invertido, donde los estudiantes preparan y trabajan el contenido en casa para luego discutirlo en clases o rendir los exámenes.

¿Cuán efectiva es la intervención?

En promedio, el impacto de las tareas/deberes escolares en el aprendizaje es consistentemente positivo (tendiente, en promedio, a cinco meses adicionales de aprendizaje). Sin embargo, existente una amplia variación del impacto potencial , lo que sugiere que, probablemente, la manera en que los deberes se asignan es muy importante.

Existe cierta evidencia de que las tareas escolares resultan más efectivos cuando son utilizados como intervenciones breves y enfocadas (por ejemplo, en forma de un proyecto o un objetivo específico relacionado con un determinado elemento del aprendizaje), con una cantidad reducida de estudios que muestra un impacto positivo de hasta ocho meses adicionales en el rendimiento académico. Si se asignan como parte de una rutina (por ejemplo, ejercicios diarios de vocabulario o de resolución de problemas matemáticos), es probable que sus beneficios sean más discretos, con un progreso, en promedio, de hasta dos o tres meses adicionales.

Asimismo, la evidencia señala la importancia de relacionar las tareas/deberes con la materia enseñada durante el horario lectivo. En casos exitosos, han sido parte integral del aprendizaje y no meras actividades adicionales. Para maximizar su impacto, aparece también como relevante que los estudiantes reciban una adecuada retroalimentación al respecto (ver  Retroalimentación formativa)

Los estudios mencionan que la cantidad óptima de deberes escolares es de una a dos horas por jornada lectiva (levemente mayor para estudiantes de más edad), y que los efectos de las tareas disminuyen a medida que aumenta el tiempo que se les dedica.

Evidencia en América Latina:

La mayoría de los estudios empíricos realizados en América Latina y el Caribe sobre tareas escolares consideran tanto las estrategias que usan los estudiantes como el nivel de motivación que tienen en relación a las tareas. Por lo tanto, el objetivo de estos estudios tiende a relacionarse más con la comprensión de cómo se concibe la tarea que a explorar sus efectos en el aprendizaje. Otros enfoques también tratan de asociar las tareas escolares con el apoyo de las familias.

En general, los estudios sobre este tipo de intervención en la región son correlacionales y descriptivos. Si bien la mayoría de la evidencia se refiere a cómo se concibe la tarea, hay algunos estudios que se centran en el impacto de este tipo de prácticas en el aprendizaje de los estudiantes. Estos estudios muestran que las tareas en matemática y lectura están relacionadas con mejoras en los logros académicos de los estudiantes. Sin embargo, hay algunas consideraciones a tener en cuenta, como por ejemplo que el rendimiento tiende a mejorar cuando se revisan las tareas en la sala de clase y también cuando los estudiantes con desempeño más bajo reciben tareas adaptadas a sus necesidades.

Aunque los estudios en la región tienden a demostrar que la tarea es beneficiosa, se necesita mayor evidencia para analizar no sólo los costos asociados con esta intervención, sino también el tiempo que invierten los profesores en preparar la tarea, revisarla en clase y proporcionar una retroalimentación adecuada. También se necesitan investigaciones que utilicen enfoques metodológicos de tipo experimental para establecer qué tipo de tareas escolares mejoran realmente los resultados del aprendizaje.

¿Cuán segura es la evidencia?

Las tareas/deberes escolares han sido estudiados exhaustivamente. Existe evidencia consistente que los estudiantes que realizan más tareas logran mejores desempeños. Sin embargo, existen muy pocos estudios que han investigado si dicha correlación es debido a las tareas en sí mismas o debido a otro tipo de factores escolares. Estos estudios comparan cursos similares en que introducen tareas escolares y otras clases en que no lo hacen. Los resultados tienden a mostrar que las tareas/deberes son beneficiosos, aunque se trata de evidencia menos segura.

¿Cuál es el costo?

Hay pocos costos asociados a las tareas/deberes para la casa, aunque hay implicancias para los educadores en cuanto a la preparación y evaluación del trabajo. Los costos, en general, son estimados como bajos.

¿Qué debería considerar?

Antes de implementar esta estrategia en su escuela o espacio educativo, considere lo siguiente:

  1. Las actividades planificadas y enfocadas en objetivos específicos son más beneficiosas que los deberes más regulares (pero) rutinarios, o que no se vinculan con la materia enseñada en clase.

  2. Los deberes no deben ser usados como castigo o sanción por mal desempeño.

  3. Es probable que una variedad de tareas con distintos niveles de desafío sea más beneficiosa.

  4. La calidad de las tareas/deberes es más importante que su cantidad. Respecto de ellos, es necesario entregar a los estudiantes una retroalimentación específica y oportuna.

  5. ¿Ha mostrado claramente el propósito de las tareas/deberes a sus estudiantes (por ejemplo, incrementar un área específica del aprendizaje o aumentar el dominio de un área en particular)?

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(*)Síntesis elaborada por SUMMA a partir de la revisión sistemática de investigaciones académicas realizadas en la región.