Educación para Compartir


Institución ejecutora: Asociación Mexicana para las Naciones Unidas de Jóvenes

País: Mexico

Fuente: GEII Harvard

Período ejecución: 2007 - en curso

Plataforma de Prácticas Efectivas:

Desafíos

Que las niñas y niños se hagan conscientes sobre los grandes retos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y propongan soluciones para sus comunidades.

Solución

Actividades recreativas y deportivas que fomentan la participación y conciencia en torno a los derechos humanos y Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Resultados

Los niños participantes han aumentado significativamente sus habilidades blandas, tales como el trabajo en equipo (+19%), la empatía (+12%), la práctica de inclusión social (+7%) y su preocupación por problemas de la comunidad (+14%).

Educación para Compartir es un programa cívico desarrollado por la Asociación Mexicana para las Naciones Unidas de Jóvenes e inspirado en un programa educativo canadiense llamado “Sport in a Box”. La Asociación trabaja estrechamente con escuelas primarias y secundarias para su implementación, y cuenta con varios patrocinadores, entre los cuales se destacan AXA Seguros, HSBC, Comité Cívico de Ford, entre otros.

Educación para Compartir es el producto del trabajo de Dina Buchbinder y Yizreel Urquijo, dos emprendedores sociales mexicanos, quienes fundaron inicialmente “Deportes para Compartir” en 2007. El carácter innovador de la iniciativa reside en el tratamiento de grandes retos del mundo – y el rol de los ciudadanos – a través de actividades recreativas. La pedagogía se funda en el deporte pensado como herramienta que estimula valores y actitudes positivas en cuánto a la capacidad reflexiva de los niños. Se basa en el principio de involucrar a toda la comunidad educativa en el proceso, abarcando tanto a los profesores como a las familias.

Siete valores articulan el programa y sus actividades: empatía, juego limpio, igualdad de género, respeto, tolerancia, responsabilidad y trabajo en equipo. Los programas educativos forman el eje central de la intervención, lo cual se complementa con capacitaciones y asesoramiento a docentes en materia de pedagogía sistémica. El eje educativo se desprende en 4 programas: “Deporte para compartir”, que permite a los niños asimilar sus conocimientos de forma vivencial bajo la supervisión de un tutor. Se empieza con sesiones lúdicas durante las cuales se realiza un viaje imaginario a un país donde sea relevante algún Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), seguido por actividades físicas. Posteriormente, se organiza un círculo de reflexión donde se invita a los participantes a criticar, proponer y actuar. En ocasiones posteriores se invita a algún atleta renombrado (“sesiones de atletas embajadores”) para que, a través de su ejemplo, los niños valoren los hábitos de vida saludable. En paralelo, las madres y los padres viven las mismas actividades que sus hijos. Finalmente, todos se gradúan como embajadores estratégicos para la continuidad y difusión de los aprendizajes obtenidos.

En el año 2010, se fundó “Iniciativas para Compartir” como la segunda parte del programa, que se enfoca principalmente hacia proyectos que alientan a los niños a desarrollar iniciativas viables, relevantes y con impacto social a través de la herramienta “Project Managment”.

“Ciencia para Compartir”, por su lado, propicia el aprendizaje matemático y su relación con otras asignaturas, para que sea aplicable a la vida cotidiana con soluciones que resuelvan temas del cuidado del medio ambiente y la salud.

En el año 2000, se celebró el lanzamiento de una agenda mundial de Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD), donde los países se comprometieron a actuar activamente sobre 8 líneas relacionadas con el bienestar de todas y todos. El esfuerzo se ha prorrogado hasta el año 2015 con la adopción de una nuevo agenda enfocado hacia el desarrollo sostenible a través de 17 objetivos estratégicos, tales como la erradicación de la pobreza, el fomento de una educación de calidad, la igualdad de género, entre otros. En el marco de este esquema, la educación toma un papel fundamental en cuanto a que permita que las personas tomen consciencia acerca de los nuevos retos. La atención debe enfocarse en las nuevas generaciones, porque son el pilar por medio del cual se alcanzarán los nuevos desafíos.

Desde su lanzamiento en el año 2007, Educación para Compartir atendió a 518.533 niños, y capacitó a 7.023 profesores en todo México. Por medio de entrevistas semiestructuradas con participantes, un sistema continuo de monitoreo y evaluación de las actividades, ha permitido mostrar que el mayor impacto del programa se encuentra en el incremento de las aptitudes para trabajar en equipo (+19%). Se ha destacado también un aumento de 12 puntos porcentuales en la práctica de la empatía, 14% en la preocupación por los problemas de la comunidad, de 10% en la participación de actividades deportivas y de 7% en participación. Dados sus buenos resultados, la Asociación Mexicana para las Naciones Unidas de Jóvenes, replicó la experiencia en otros países de América.

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