En Inglaterra, la escolarización de los niños en nivel primario y secundario abarca casi toda la población en edad de asistir (99.85% y 98.28% respectivamente en el 2014). Las tasas de participación neta han ido creciendo desde el año 2006, sobre todo en el nivel secundario (+6 puntos porcentuales). Sin embargo, la encuesta PISA de la OCDE ha destacado un decrecimiento de los niveles de comprensión en lectura de parte de la población inglés de 15 años de edad desde el año 2011.

Entre los años 2012 y 2013, Switch-on Reading fue evaluado por un equipo de la Universidad de Durham gracias al patrocinio de la Education Endowment Foundation (EEF). La evaluación se enfocó en niños del primer año de secundario que no han pasado la prueba nacional de lectura (“Level 4 English at KS2”). La atención se enfocó en las capacidades de los docentes, la percepción de los participantes y la efectividad de la implementación.

Se desarrolló una ronda de entrevistas individuales con alumnos y profesores así como observaciones no participantes. La muestra (314 alumnos y 83 profesores) fue segmentada en dos grupos, sólo uno recibió la intervención. El análisis en términos de capacidades en lectura fue tanto longitudinal (seguimiento de un alumno en el tiempo), como transversal (comparación de los alumnos en el mismo tiempo). La comparación de los resultados en la prueba nacional de lectura entre el grupo de intervención y el grupo de control reveló una incremento de 0.24 desviación estándar para los alumnos que participaron del programa. Éste resultado es aún más elevado para los niños que presentaban las mayores dificultades (+0.39).

Los costos de Switch-on Reading son relativamente altos (£627 por alumno), sin embargo representa una solución eficaz para luchar contra las brechas en lectura.

Impacto de la intervención:

Gráficos: Impacto medido en desviaciones estándar del grupo de intervención en comparación al grupo de control